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"Cuando los Duendes Cazan Perdices" Luis Sandrini y su mayor éxito teatral

Luis Sandrini Foto coloreada de Annemarie Heinrich
Esta fotografía coloreada de Luis Sandrini, tomada por Annemarie Heinrich, era autografiada y regalada por Don Luis a cualquiera de los tantos espectadores que se acercaban a pedirle el recuerdo. Es la misma Fotografía que fue usada en el programa de mano de "Cuando los Duendes Cazan Perdices" uno de los mayores (quizás el mayor) éxito teatral de los años cincuenta.

Luis Sandrini tapa de la Revista Antena Año 1950 Fotografía de Annemarie Heinrich
"Cuando los Duendes Cazan Perdices", del uruguayo Orlando Aldama, se constituyó en un fenómeno único desde su estreno en 1949 con localidades agotadas una semana antes de cada función (8 semanales) y el éxito los acompañó durante más de cuatro años consecutivos (1949 a 1952) Se convirtió entonces, en un destino de peregrinación para el público de teatro popular y muchos espectadores, que se decían habitúes del "teatro culto" sin decirlo a nadie, también rieron y lloraron viendo a Don Luis Sandrini en escena.

Luis Sandrini tapa de Radiolandia Año 1953
Quiero aclarar que la pieza de mi colección que hoy les presento, el programa de mano de "Cuando Los Duendes Cazan Perdices" me llena de satisfacción, porque  fue tan trascendente su éxito que me resultaba ineludible su presencia en este blog, que pretende aportar piezas para armar el rompecabezas de nuestra historia teatral, y aquí está:

Tapa programa de mano Temporada 1950 teatro Astral
Interior del programa de mano
Contratapa Programa de mano
El elenco fue cambiando en las distintas temporadas, pero se mantuvo siempre en los roles principales.
Gracias a este programa verficamos que el elenco de 1950 fue el siguiente:
Alejo Rodríguez Crespo
Américo Serini
Ángel Boffa
Arturo Scutari
Blanca Ciller
Chola Oses
Eduardo Sandrini
Elda Dessel
Francisco Audenino
Irma Lagos
José Cicarelli
José M Perdrosa
Luis Sandrini
Malvina Pastorino
María Esther Buschiazzo
Max Citelli
Miguel Cossa
Morena Chiolo
Nélida Guerrero
Nelly Sheila
Rita Monterrey
Rosita Leporace
Warly Ceriani

Debo decir que Don Luis Sandrini no fue a mi criterio el mejor actor de su tiempo y que hubo actitudes en su carrera artística que me dieron pena, como cuando en la película "La Valija" optó darle dos finales, uno a pasar en los cines de los distintos barrios y otro en los cines del centro, porque pensaba que las clases populares debían ver un final acorde con la imagen del Sandrini bonachon y popular y entonces podría decir también aquí, que el personaje de Eulogio en "Cuando los duendes..." estaba armado justamente para él, que el personaje reunía las virtudes de los arquetipos propios de Sandrini que le quedaban cómodos y que él sabía explotar como nadie; la honradez, el sacrificio, la hombría de bien, la ingenuidad... tambien podría decir que era un arte ramplón, sensiblero... Pero aunque parezca contradictorio ( y no lo es) debo decir también que nadie, entre todos nuestros artistas, supo conmover mejor que Don Luis Sandrini el alma de miles de espectadores, hacerlos reír hasta el ahogo y al momento hacerlos llorar. Sandrini demostró que la gente ríe de las mismas cosas que si las piensa dos veces llora; Sandrini los hacía reír con su alma de bufón ingenuo y luego los miraba a los ojos para preguntarle a cada espectador, ¿ de qué te estás riendo? de mi dolor?


Luis Sandrini en "Cuando los Duendes Cazan Perdices"


"La vieja ve..." "La vieja ve..." "La mama ve los colores..."

Este éxito tatral de "Cuando los Duendes Cazan Perdices" fue llevado al cine en 1955, con algunas adaptaciones lógicas y asumiendo el mismo Sandrini su dirección y siempre con la ternura de María Esther Buschiazzo en el papel de la madre. También en cine marcó un increíble éxito que lo convirtió en un clásico, con una escena final a todo Sandrini que aquí está:




SINTESIS ARGUMENTAL:
La historia gira sobre la angustia de Eulogio Sotto (Luis Sandrini) por la ceguera de su madre, (María Esther Buschizzo) quién padece de cataratas. Eulogio quedó huérfano a los cinco años por la muerte trágica de su padre, causada por un balazo al producirse una reyerta entre unos jugadores de cartas. Días antes había nacido Juan Carlos, (Eduardo Sandrini) el segundo hijo. Eulogio se considera como una perdiz, ave muy fácil de atrapar por tener según él "un vuelo muy cortito". Eulogio tiene un sueño, que es construir una bicicleta que ha inventado, la cual se desplaza al subir y bajar el asiento, gracias a un pistón, a presión, que impulsa el aparato. A petición de su madre Eulogio está obligado a visitar a su hermano, Juan Carlos, para pedirle ayuda para su madre ya que Juan Carlos ha sido criado lejos de su made por haber sido dado en adopción a una pareja incapaz de procrear hijos y ahora cuenta con buena posición económica. Al llegar a la lujosa casa Eulogio encuentra que hay ambiente de fiesta en el lugar. Una joven, amiga de Juan Carlos, Blanca Luz, (Malvina Pastorino) acusa a Eulogio de intentar obtener dinero con el pretexto de su madre enferma. Eulogio responde con una bofetada. Sin embargo se reconcilian y Blanca Luz, decidida a hacer que Eulogio "levante vuelo" en su existencia se da vehementemente a lograr su amistad y ayudarle en sus proyectos aunque él la rehuye. Esto da origen a una intensa búsqueda por parte de Blanca Luz en los mas diversos lugares; como la Compañía de Teléfonos, la Compañía de Gas, un edificio en construcción, y hasta el equipo de fútbol Boca Juniors. Finalmente logra dar con su verdadero domicilio y hablar con doña Mangacha, madre de Eulogio, quién la pone al tanto de quienes son sus hijos y de los planos de la bicicleta que quiere materializar. A la postre se demuestra que efectivamente Juan Carlos y Eulogio son hermanos. La enferma es operada exitosamente y recupera la visión, el proyecto de la bicicleta se consolida y todo regresa a la normalidad