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El Politeama, hoy es un doloroso espacio vacío en el corazón de la escena porteña.

EL POLITEAMA


Por Roberto Famá Hernández

Muchas cosas pasaron en el TEATRO POLITEAMA  y todo fue hace añares,  en  la esquina SE de Av Corrientes y Paraná; Corrientes 1498 para ser exacto. Nada diré del tiempo anterior en que allí funcionó el circo donde los Podestá estrenaron Juan Moreira, no, pero si diré que como teatro comenzó a funcionar en enero de 1879 con un gran baile de máscaras. Esa costumbre de funcionar también como un distinguido salón de baile alternando con obras de teatro, se prolongo durante muchas décadas, principalmente en carnavales,  se despojada la sala de butacas, con grandes orquestas que actuaban para una sala llena, desbordante,  mientras desde los palcos altos se arrojaban infinidad de serpentinas sobre las parejas que ganaban las pistas o sobre alguna muchacha que escondía su mirada. También el Politeama fue elegido por más de 2.000 asistentes para un agasajo al General Roca.
Fue en el Politeama en 1886 donde debuta Sara Bernhardt con “Fedora” (Sardou), actuación que hizo viajar desde Tucumán a Domingo F. Sarmiento apasionado por verla.

Hacia Noviembre 1895 los encargados del bufet del Politeama tienen un hijo, ese pequeño fue durante años una atracción temprana del Politeama ya que a los 6 años podía sentarse al piano y repetir la música que acababa de ejecutar la orquesta; con los años se ganaría la vida como humorista y un artista de variedades sobre el piano y empezó a usar el apodo de Delfy; luego Gardel le grabaría más de 25 tangos y su nombre, Enrique Delfino, es hoy un capitulo enorme en la historia de nuestra música.

En el Politeama fue también donde el Doctor Marcelo T. Alvear escuchó por primera vez la voz de la soprano portuguesa Regina Pacini de la que se enamoró perdidamente y a la que persiguió por toda Europa hasta que ella le dio el sí.

En el Politeama actuaba la orquesta dirigida por el Maestro Santo Discépolo, diplomado en el Real Conservatorio de Nápoles, padre de Enrique y Armando Santo Discépolo, luego serían sus hijos quienes hicieron del Polietama un lugar para su arte.

Fue también en el Politeama, en setiembre de 1902, donde los Podestá estrenaron la comedia de Nicolás Granada “Al Campo” pieza fundante de nuestra dramaturgia.

En 1937 se representó “MAL DE AMORES” una revista musical de Francisco Canaro como director y autor junto a Ivo Pelay


Y no puedo olvidarme de La Diosa de Ébano Josephine Baker, y miles de nombres más que pasaron por su escenario. Pero como dije al principio, todo eso fue hace añares en  la esquina SE de Av Corrientes y Paraná donde a alguien se le antojó que mejor era una playa de estacionamiento y ni siquiera eso, me dicen que construyen un edificio, pero hoy es un doloroso espacio vacío en el corazón de la escena porteña.